martes, 17 de julio de 2007

AL FINAL, EL FIN

He pensado un poco en todo esto,
asumo que aún pienso,
a pesar de tu necia forma de evitarlo.
Y en este ir y venir por senderos y atajos,
comprendí que no hay violencia peor que la del desamor.
Tiranía de sábanas, dictadura de besos
y de miradas, sin sonrisas.
Que aquí no hay lugar para el amor.
Eras tan poco hombre que feliz danzaba en tus caricias.
Pero el tiempo demostró que sos tan hombre como todos los demás.

He pensado en que quizás comencé a despedirte el día en que te conocí.
Intento comprender el por qué de tu atractivo,
pero no hay escuela que eduque a no idealizarte.
Represión de mariposas, toque de queda para el amor,
que aquí no caben lágrimas.
Eras tan sincero que creí en tus mentiras,
pero el tiempo demostró qué clase de sinceridad escondías.
Y al final, el fin.
Diluído en horas desesperanzadas, el fin.
Adios, mercenario de sueños.

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