viernes, 6 de julio de 2007

LOS INVENCIDOS

Mirá cómo se me fue la vida perdiendo el tiempo en estas porquerías. Y pensar que un día tuve un sueño, pero lo perdí debajo de este pavimento.
Mirá el ejemplo de un desesperado, de un tipo que un día pensó en grandes proyectos pero se contentó con comer de vez en cuando.
Mirá el reflejo de un hombre muy cansado que ya no sabe que hacer con sus reclamos.
Y no te rías, porque al final del cuento, sos como yo, sos uno más en este infierno.
Si como yo, sufrís de la pobreza,
si llegás a ver la mirada del que no tiene,
si la injusticia reiterada no te vence,
si seguís luchando por un pan como poca miga,
gritá conmigo, aunque sea un grito mudo.
Y pensar que allá lejos hubo fundadores que vieron en ésta, una tierra de esperanzas.
Hoy en día nos han robado todo, ya ni siquiera la memoria nos alcanza.
Una oda para aquellos invencidos, que descreyeron del poder y del dinero.
Han demostrado que hay un mundo diferente al de los cerdos.
Tranquilo, hermano, que la llama no se apague. Hoy de nosotros depende la revancha.
Desprendete de esas sustancias que te infectan de toda mierda del sistema.
Mirá cómo en ésta, nuestra tierra, el desempleo y la misera un día de estos,
se desvanezcan al verse al fin vencidas por nuestras manos, ampolladas pero unidas.
Si como yo, sufrís de la pobreza.
Si llegás a ver la mirada del que no tiene
Si la injusticia reiterada no te vence
Si seguís luchando por un pan como poca miga,
Gritá conmigo, aunque sea un grito mudo.
Un grito mudo. Mudo.


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