domingo, 16 de marzo de 2008

NOCHES PRESTADAS

Hace días que no entiendo de qué va la luz del Sol.
Creía que sólo era calor, pero quema.
Creía que sólo era luz, pero encandila.
Busco la noche, deseo la noche.
Y las noches aparecen.
Parecen pocas, noches, parecen muchas.
Esas noches, más de diez, asustan y tranquilizan.
Tu mano buscando mi piel cuando me cuelo debajo del edredón.
Y tu sonrisa, siempre bienvenida.
Darte la espalda, respirar tu nuca.
Dormir con tu alter ego,
ese que dice que sí, ese que dice siempre que sí.
Pero el Sol tiene derecho a revancha

amanece, quema y encandila.
Siempre llega el final, para todo, el acabóse.

No, no, no. No es el fin, terquedad de mula.
"Antes de las ocho tiene que oscurecer" me digo y me convenzo.

Parecen pocas, noches, parecen muchas.
Esas noches, más de diez, asustan y tranquilizan.

jueves, 6 de marzo de 2008

SÓLO IMAGINACIÓN

Llegó el freno, el silencio, la calma que te asusta.
Vengo esperando lo que no esperaba.
No siempre es bueno el exceso de saberte incomprendido.
Y sonrío, vaya si lo hago.
Subes al metro en la dirección contraria,
pierdes el tiempo, lo fumas, lo aspiras.
No sientes el derrame de tus ojos café,
no ansías agonías, ya no.
Vengo pensando que ya vale de victimarios
que quizás tienes razón en veinti tantas palabras pronunciadas.
No me animo, no te animas
y el vecino se ríe de la música que cantamos al amanecer.
Ya es la hora. El freno, el silencio, la calma que no asusta.
Viste el invierno los últimos esfuerzos por acercarnos
y ya no quiero decidir
y ya no quieres decidir
y la música que cantamos al amanecer.
Ya es la hora.

sábado, 1 de marzo de 2008

PUNTO DE VISTA

Hubo un tiempo en que fui promesa
a pesar de no destacarme en prédicas ni predicciones.
Cuando mis labios decian verbos
escuchabas caricias
sentias elogios
aunque sólo fuera mi forma de despreciarte.
En el tiempo de las promesas, fui promesa.

Hubo un tiempo en que fui disgusto
a pesar de no destacarme en violencia ni travesuras.
Cuando mis labios decian verbos
escuchabas golpes
sentias insultos
aunque sólo fuera mi forma de conquistarte.
En el tiempo del hastío, fui hastío.

Ahora siento tu mirada en mi nuca,
expectante, desafiante,
desprendes necesidad,
sudas misericordia.
Espero tu sentencia ansiosa,
diciendo los mismos verbos que siempre te dije
en los tiempos de promesas
en los tiempos de hastíos.