sábado, 26 de febrero de 2011

LA HORA PICO

Siendo tan tarde y sin embargo uno que no puede.
No puede con todo.
No puede consigo.
No puedo.
Siendo tan tarde en todo sentido.
Siendo tan tarde para todo.

En un momento dado, como si fuera un último impulso
uno se ilusiona con alguna bazofia que da la televisión.
Y dice si, pertenezco.
Soy parte de toda la mierda.
Siendo tan tarde uno respira un humo prestado,
come cigarros ajenos y se cree capaz.
Pero es tarde.
Siendo tan tarde uno ya no discierne.
Uno no razono, uno no apasiona. Uno no es.

Y todos los dones se agotan.
La palabra, la lírica, hasta la inmadurez.
Se pierden las calorías, las muecas, los guiones,
se olvidan hasta las formas de la plastina infantil.

Y no sé escribir.
Y no sé llorar.
Es tarde.
Son casi las cinco.
El sol se asoma y yo que me desespero.
Y es que es muy tarde.
Me siento longeva.
Y me pregunto cuánto más tardará en sanar.