martes, 17 de julio de 2007

CARENCIA

¿Por qué estoy aqui sentada, frente a este papel,
rendida ante sus renglones dictadores
que me indican como mantener una línea?
¿Por qué insisto en encontrarme a mí o a tí
como una revelación detrás de palabras insulsas?



Perder la conciencia es muy facil en esta ciudad de narcóticos.
Yo sigo eligiendo perderla a mi manera.
Sólo pido que se alejen los renglones, tiranos renglones.
Prefiero el zig zag, que no es lo mismo que decir curva.


Pitillos se consumen en mis labios,
quiero creer que no me convertí en un lugar común.
Pitillos y humo blanco,
mientras aguardo inspiración... ¿debo preocuparme por su tardanza?
¿Por qué me obstino en empezar siempre de nuevo?
Hoja en blanco, cada vez. Y renglones que me suprimen.

Ayer compré un nuevo cuaderno... con renglones.
Hasta yo misma me sorprendo a veces.
Renglones fijos, fuertes, imponentes.
¿Será que la gente cambia o se acostumbra?
Mi mente se enciende, ¿acaso una idea?
Maldita simpleza, execrable clishé,
solo puedo decir... “te extraño”.

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