domingo, 19 de agosto de 2007

PRESA

¿Pero qué forma de mirarme es esa? ¿Debo interpretar tu falta de parpadeos como una amenaza, como una forma de decirme: “puedo asesinar a mis ojos en el momento en que decida”? Siempre pensé que tus pupilas están predestinadas a dirigir millones de horas a mi admiración. Y no es soberbia, sólo sinceridad.
Ahora entiendo que hay miradas y miradas: miradas profundas, miradas cansadas, miradas sensuales, miradas enojadas, miradas frívolas. Aún no encontré un vocablo que defina la tuya... podría decir imponente, pero caería en el riesgo de que te consideres mi dueño.
¿Cuál es el color de tus ojos? ¿Son transparentes? A pesar de tus esfuerzos, no aprendiste a mentir.
¿Por qué no dejas de mirarme asi? ¿Acaso es una advertencia, como diciendo: “puedo hacerte desaparecer en el momento en que mis ojos lo deseen”?
Somos luces y sombras, somos hologramas, energía que se materializa, somos alma y cuerpo... ¿pero qué importancia tiene saber qué somos? Yo sólo se que soy cuando esos ojos endemoniados me dirigen su atención.


(Imagen: "Les Larmes" Man Ray)

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