miércoles, 27 de febrero de 2008

CÍRCULO CROMÁTICO (Y VICIOSO)

Y entonces levantó su voz
y pareció decir algunos colores, como grises, como azules.
En ese momento yo quise aparentar más (o menos)
y me tomé mi tiempo ante una paleta tan variada de tonalidades.
Le presenté un rojo, que poco a poco viró al púrpura.
Y hubo verdes, y aparecieron celestes.
Un dorado puso las cosas por su nombre.
Yo le dije todos los granates que quería que escuchase,
y él quizás se guardó algún que otro naranja.
El blanco nos permitió un descanso,
que yo de a poquito fui llenando de lunares.
Él gritaba en fluo,
yo susurré en ocre,
y los dos, nos reímos en pastel.
Cuando todo estaba hablado,
cuando por fin quedamos anacromáticos,
su mano busco mi muslo,
sus labios buscaron mi lengua,
y nos amamos en magenta, amarillo y cian.

No hay comentarios:

Publicar un comentario