domingo, 8 de agosto de 2010

METAMORFOSIS

Poco a poco, el cuerpo cobra otro color. Opaco, neutro.
Pierdo el sentido del olfato, del sabor, del sexo.
Muerdo mi brazo para no gritar.
Busco un resguardo. Me temo.
Poco a poco, la ceguera se desvanece
y todo se parece a un libro de Saramago.
Vuelvo a los origenes. Vuelvo.
Me masturbo frente a un espejo degradado.
Mi vista no es la que era y me cuesta reconocer mi vello púbico.
Siento la metamorfosis. La aspiro. La como.
Crezco. He crecido. En tamaño, en forma, en miedos.
Abandono la literalidad, el pensamiento inútil en el momento apropiado.
Hay algo de mí que aun vive en mí.
Aborrezco. Ignoro.
Me aferro a la idea de ser individual.
He crecido por los siglos de los siglos.
Ya soy cucaracha.